Llamado a mantener viva la memoria histórica para construir una sociedad más consciente, crítica y unida
 
Mérida, Yucatán, 20 de noviembre de 2025.- Al conmemorarse un aniversario más de la Revolución Mexicana, fecha emblemática en la historia nacional, el profesor investigador de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY, Felipe Couoh Jiménez, hizo un llamado a reflexionar sobre el legado social, institucional y cultural que dejó este movimiento histórico que inició en 1910 y que transformó de manera radical la vida del país.
 
Destacó que desde la perspectiva antropológica, la Revolución Mexicana representa un parteaguas que permitió no sólo la creación de nuevas instituciones, sino el establecimiento de condiciones sociales más justas.
 
Este proceso dijo, generó avances significativos en materia de educación, salud y cultura, fortaleciendo valores y actitudes que promovieron el respeto, la convivencia y la competencia social.
 
Asimismo, comentó que este acontecimiento histórico, canalizó diversas inquietudes sociales, políticas, económicas y de valores, lo que contribuyó a la construcción de una identidad nacional y objetivos comunes.
 
“Se consolidó la base del estado mexicano moderno y de la sociedad civil actual, promoviendo una relación colaborativa entre gobierno y ciudadanía”, agregó.
 
En cuanto a los elementos culturales y simbólicos más representativos de esta conmemoración, subrayó la importancia de la formación de entidades dedicadas al desarrollo educativo y cultural para niñas, niños, jóvenes y personas adultas.
 
“Espacios como teatros, centros de convivencia y parques fueron concebidos para fortalecer la cohesión social y promover el acceso a actividades artísticas y recreativas”, dijo.
 
En la actualidad, Couoh Jiménez señaló que la conmemoración del 20 de noviembre mantiene plena vigencia entre las nuevas generaciones, “jóvenes universitarios, especialmente estudiantes de historia, han mostrado un interés genuino por debatir y reflexionar sobre la relevancia de la Revolución y su impacto en la vida moderna”.
 
Expresó que ver este compromiso resulta alentador, pues evidencia una juventud analítica, crítica y socialmente activa.
 
Respecto a los desafíos en la enseñanza y divulgación de este episodio histórico, detalló que se vive en una era de acceso inmediato a la información, lo cual, lejos de representar una dificultad, ha permitido generar debates bien fundamentados.
 
“Los jóvenes hablan hoy de cultura de paz, justicia social y cooperación, retomando valores que surgieron con el movimiento revolucionario”.
 
Finalmente, comentó que recordar la Revolución Mexicana en pleno siglo XXI es fundamental para reforzar el imaginario social y cultural del país, “cada hecho histórico, en su dimensión práctica y conceptual, debe convertirse en un punto de unión para todas y todos los mexicanos”.
 
“Debemos seguir realzando la importancia de la memoria histórica; sólo así podremos construir una sociedad más consciente, crítica y unida”, concluyó.

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